No deberia gustarme.

Kathleen Connelly parece la típica rubia americana, la vecina de al lado, que dicen ellos. Vive en Durham Township, en el condado de Bucks, en Pennsylvania. Allá por 2003 se compró una cámara digital para aficionados y empezó a fotografiar su pueblo. Dos otres veces a la semana publica en su fotoblog, un paseo por durham, una foto tomada en los alrededores de su casa (radio máximo 16 kilómetros, aunque se lo ha saltado un par de veces para ir a Nueva York o a la playa). El pueblo parece la idealización de la America profunda, esa que sale en las películas, de dónde toda la gente inteligente escapa a Nueva York o a Los Angeles. Rural, tranquila, armónica, ordenada...

Es uno de esos casos de aprendizaje en público. La rubia se ha convertido en una fotógrafa mas que dotada, y, aunque es almibarada, casi cursi, evita retratar nada negro o conflictivo o doloroso, lleva camino de convertirse en una especia de Norman Rockwell con cámara. Y aunque me resulte difícil de entender, me gusta su trabajo. No soy el único, tiene mas de 100.000 visitas diarias.

Nelson vertiendo cemento en el suelo del nuevo establo.