Hay que reconocerle el valor a la familia real inglesa. Hace años, la Reina, en algún "annus horribilis" le encargó su retrato a Lucian Freud, genio de la pintura en ejercicio, que la sacó casi favorecida, teniendo en cuenta las circunstancias. Ahora, para acompañar a su gira por las ex-colonias (o sea, por USA), la reina Isabel ha encargado su retrato oficial a Annie Leibovitz, la fotógrafa del rock'n roll que arrancó su carrera en la (entonces) iconoclasta Rolling Stone. Supongo que en la Casa Real debieron tener sus momentos recordando a Whoppi Goldberg metida en una bañera con leche, a Kate Winslet sumergida en agua, a Sylvester Stallone posando durante horas en pelotas como el Pensador de Rodin...
Afortunadamente, a Annie Leibovitz le surgió su vena clasicista y decidió inspirarse en los retratistas del siglo XVIII y en Sir Cecil Beaton y el resultado es totalmente "real". Nada de la mujer, la madre, el ser humano: Fotografiemos a LA REINA. Un retrato embellecedor, aunque simple, con un uso bastante valiente de la luz natural que replica la iluminación de los retratistas clásicos. La única nota ¿sugerente? ¿metafórica? es la oscura nube que cubre el paisaje...
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