A fin de año siempre caen las listas de lo mejor, lo mas estupendo, etc. En vez de hacer otra mas, me remito a las muchas que andan por ahí. Backfocus, por ejemplo, ha reunido algunas.
Prefiero hace un recuento de algunas emociones. A estas alturas del año, las que me produjo ver el reportaje que ganó el Pulitzer, allá por el mes de febrero, deberían haber pasado. Pero aún resuena. Es la historia de una madre que se enfrenta a la agonía de su hijo de 10 años, víctima de neuroblastoma, una rara forma de cáncer, que le matará en algo más de un año. La fotógrafa, Renee C. Byer trabaja para un periódico local, con nombre de periódico local, The Sacramento Bee (la abeja de Sacramento) y, supongo, ambiciones de periódico local. Y su trabajo prueba que no hay nada mas universal que retratar tu aldea.
En el reportaje demuestra, además de una capacidad técnica sobresaliente, una enorme empatía y proximidad hacia el drama de los retratados. Es difícil compartir la intimidad de una familia en ese trance y evitar todo sensacionalismo. La madre, Cindy, y su hijo, Derek, aparecen con su dignidad intacta. La fotógrafa no les compadece, ni se siente superior o al margen de lo que retrata. La historia es estremecedora, y además de la enfermedad, cuenta las miserias y preocupaciones mezquinas que acompañan a estas tragedias en el sistema yanqui. La madre tiene que malvender su negocio de peluquería para cubrir gastos, pedir prestado a un amigo de la familia para pagar el alquiler y los gastos del funeral...
En el reportaje demuestra, además de una capacidad técnica sobresaliente, una enorme empatía y proximidad hacia el drama de los retratados. Es difícil compartir la intimidad de una familia en ese trance y evitar todo sensacionalismo. La madre, Cindy, y su hijo, Derek, aparecen con su dignidad intacta. La fotógrafa no les compadece, ni se siente superior o al margen de lo que retrata. La historia es estremecedora, y además de la enfermedad, cuenta las miserias y preocupaciones mezquinas que acompañan a estas tragedias en el sistema yanqui. La madre tiene que malvender su negocio de peluquería para cubrir gastos, pedir prestado a un amigo de la familia para pagar el alquiler y los gastos del funeral...
Me hizo pensar en el lamentable estado de la prensa española. No es mas que una opinión personal, pero creo que los periódicos parecen haberse olvidado de la realidad de la que se supone que deben informar. Siempre están elucubrando sobre lo que algún político dijo y otro le contestó, sobre un mundo artificial bastante desconectado del real. Y la gran esperanza de izquierdas, el nuevo diario Publico, es aún peor. En los medios solo aparecen personas normales cuando hay una tragedia, individual o colectiva, o una catástrofe. Y generalmente, manipulados, retratados de forma sensacionalista, en programas como Gente. Uno de los grandes momentos televisivos del años se produjo cuando el informativo de Antena 3 emitió el clip equivocado de video, con la locutora dirigiendo a las víctimas de una inundación "Ahora abrís la puerte, entráis en la casa y gritáis que desastre, lloráis..." justo antes de las "espontáneas" imágenes que se suponía que iban a emitir.
Estaría bien que el ejemplo de la abeja californiana hiciera efecto.
Curiosamente, hay una versión del reportaje en color. Es mejor en blanco y negro, ¿no?
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