Jason Lee es un fotógrafo chino que explica China muy bien. Además de cubrir desastres naturales, acontecimientos urgentes y hasta algunos importantes, realiza sus propios proyectos. El
reportaje sobre la fábrica de muñecas hinchables ya me impresionó, aunque en el fondo era una historia más de fábrica china.
Lo que me ha dejado totalmente intrigado es su visita
a un pueblo comunista. Debe ser la paradoja mayor del pais: Parece que China no es comunista, o que hay comunistas en China o que unos son mas comunistas que otros.
Lee cuenta que, como todos los chinos, sabía de comunismo por los libros de texto, pero no había visto una sociedad comunista.
Nanjie,
el lugar donde Mao pervive, lo es. Sus habitantes le parecen felices, le describen su pueblo como
zhong (maravilloso, estupendo) y están muy conetntos de que en el todas las necesidades básicas -alojamiento, comida, educación, sanidad- estén cubiertas de forma gratuita. Le cuentan que eso resulta muy embarazoso para los chinos que lo visitan, que generalmente tienen dificultades para pagar sus hipotecas, llegar a fin de mes con su sueldo y rezan para no ponerse enfermos. Según ellos, el problema es el egoismo: allí hacen lo contrario, comparten, y un egoista estaría fuera de lugar... Su alcalde dice que el dinero es veneno en las manos del individuo y fortuna en las manos de la colectividad y que los habitantes de Nanjie son tan ricos que no tienen.
Lee cuenta que se hubiese quedado, pero llegaba el final del mes y tenía muchas facturas que pagar...