Una de las cosas que mas admiro de los americanos del norte es la separación radical de iglesia y estado. Que ya en mitad del siglo XVIII los colonos tuvieran el buen sentido de separar los derechos civiles y la organización política de las imposiciones religiosas es un milagro. Recordemos que en esa época Europa estaba sumida en guerras y persecuciones religiosas: En algunos paises, entre creyentes de diversas sectas; en España era la Iglesia Católica la que controlaba el gobierno y la sociedad con sus instrumentos favoritos: la excomunion, el auto de fe, la Inquisición... Los padres de la patria USA pudieron imponerse a los que pretendian fundar un estado cristiano, que los hubo, que proponian desde la introduccion de una religión oficial hasta hacer obligatorio que cada americano tuviera una religión y pagara un impuesto especial para sostenerla. Parece que lo hicieron entre otras cosas, para proteger la religión y su ejercico. Creo que fue Jefferson el que dejó escrito que demasiada relación entre los dos es malo para el estado, pero sobre todo para la religión. Un tipo genial, de enorme y variado talento, que pensaba que el anarquismo era algo consustancial al ser humano, que un no-gobierno era mejor que la mayor parte de los gobiernos que han existido, que un banco es peor que un ejército, que la mitad de la Biblia era falsa y la mayor parte del Nuevo Testamento, pura charlataneria, que los apostoles eran unos impostores y San Pablo un corruptor de la doctrina cristiana. ..Siendo presidente, se dedicó a escribir su versión de los evangelios, expurgandolos de morralla fantástica como la virginidad de Maria, los milagros de circo y la resurrección, salvando solo la doctrina moral de Cristo. Que tiempos aquellos en los que alguien asi podia llegar a presidente.
Parece que era cierto que la separación era buena para las iglesias, y USA es uno de los paises con una mayor presencia publica de la religión. No tiene peso institucional, ni prerrogativa alguna ni recibe dinero del estado. No se puede rezar en las escuelas, los símbolos religiosos están prohibidos en todos los edificios y dependencias oficiales. Pero la mayoría de los americanos se consideran religiosos y practican asiduamente alguna fe. Una encuesta recién publicada dice incluso que el 55% espera la llegada de un mesías redentor, lo que me resulta inconcebible.
En ese clima hay que considerar la imagen de un Obama en una iglesia explicando lo que piensa sobre la fe. Algo así es impensable en Europa. Ningún líder político se atrevería a subirse al púlpito de una iglesia y asociarse de ese modo con la religión. Quizá porque la mas extendida, la católica, reserva ese espacio a sus curas. No recuerdo siquiera una imagen así de la Reina de Inglaterra, cabeza de la Iglesia Anglicana.
Obama es, a pesar de todas sus rasgos mas atípicos, típicamente yanqui. Ya sabemos que fue predicador y llego a la política desde el trabajo comunitario La imagen se utiliza en un panfleto en el que lo mas rompedor del candidato -Hope, esperanza, y Change, cambio- se sitúa detrás de Faith, fe. Agiganta al político con su angulo, pero no lo suficiente para empequeñecer la cruz a su espalda. Para atemperar la solemnidad del momento, han escogido una foto en la que aparece sonriente, y por si fuera poco, sospechosamente blanco. Propaganda dirigida al electorado mas conservador, buscando el voto centrista, aunque no creo que haya demasiadas dudas sobre su sinceridad. No es un tema nuevo en su repertorio. En este momento, la polémica ha surgido por su propuesta cambiar la ley para que algunos fondos federales para beneficencia puedan ser gestionados a través de ONGs religiosas, algo que espero que no prospere. Ya tenemos en Madrid a Espe, su opuesto, concediendo la asistencia a abortistas y madres con problemas a asociaciones ultrareaccionarias, para las que las encaucen por el buen camino.
Por cierto, el viaje del Obama radical, el que promete sacudir las instituciones, hacia una imagen de candidato responsable y moderado, no parece que este dando resultado. De momento ha perdido diez puntos de ventaja. Creo que es un error bastante corriente: los políticos no se dan cuenta de que la gente entiende esos cambios como una traición, y que para votar a la copia conservadora, prefieren hacerlo al original.
Siempre que pienso en estas cosas, recuerdo unas frases de Thomas Jefferson, uno de mis héroes: "Millones de hombres, mujeres y niños inocentes, desde la creación de cristianismo, han sido asesinados, torturados, encarcelados. ¿Cual ha sido el efecto del ejercicio de esta coerción? Crear países divididos por mitad entre locos e hipócritas, apoyar el abuso y el error en todo el mundo..." Leído desde España, no puede uno mas que apreciar su lucidez.