Los fotógrafos también. Son tantos que siempre hay alguna necrológica, algún homenaje que hacer. Si te gusta el género, claro.
Pongamos estos últimos meses: se han ido, entre otros,
un fotógrafo de rock ,
un artista y un
fotógrafo de glamour. ¿Quien ha ganado en centímetros cuadrados de necrológica?:
Jim Marshall, el fotógrafo de
rock. ¿Motivo? Sin duda, la fama de sus modelos. ¿Quien puede resistirse a un articulo ilustrado con
fotos como estas? No es que le quiera quitar mérito. El tipo era
realmente un
crack, dedicado al género con una devoción y una habilidad que le ha llevado casi a la perfección. Y gana también en el concurso de
necrológicas honestas.
Ctein, su
printista (¿o su impresor? ¿su laborante), en fin el tipo que le hacia las copias en color en
Dye Transfer,
le recordaba con afecto pero con precisión, como un personaje generoso e íntegro, pero con un carácter de mil demonios, capaz de negarte la palabra durante años por alguna nimiedad, o de perseguirte con saña si se te ocurría violar su
copyright, sagrado para él. Un gran retrato, no esa basura
blandita y
complaciente con que los medios suelen recordar a los que se van.
En modo camera porn, una Leica de Jim Marshall Peter Gowland retrataba
generalmente a mortales algo mas comunes, chicas guapas ligeras de ropa. Es casi el inventor de la fotografía de
glamour moderna, y uno de sus mas destacados apóstoles. Baste decir que además de retratar a las chicas,
dió miles de conferencias y publicó una treintena de libros sobre el tema, traducidos a decenas de idiomas.
Su
web retrata en todo detalle a un tipo que se enfrentó a la vida con toda la ingenuidad del mundo y sin duda supo disfrutarla: se hacia un foco con una lata de aceite, un fondo plegable y
orientable en el tejado de su casa, una cascada móvil en la piscina..
Añadamosle chicas hermosas, playas
californianas, y sale el típico
american dream.
Como ya voy siendo mayor, mas que sus chicas desnudas, me impresionan sus cámaras. En eso voy con los tiempos. Antes las revistas de fotografía ponían chicas en sus portadas, ahora, retratos de cámaras.
Camera porn, que dicen los
yanquis. ¿A quién se le pudo ocurrir hacerse una
reflex de dos objetivos para placas de 9x12? ¿Una capaz de hacer fotos
simultaneamente en 9x12 y 20x25? Deberían ser monstruos inmanejables, pero parece que gustaron, se las vendió a
fotógrafos como
Annie Leibowitz o
Philippe Halsmann, además de al
FBI, al ejército y a la marina, etc. Pero mas increíble es la cámara de placas de bolsillo, una 9x12 plegable... Una proeza.
Es el segundo en reconocimientos. Algunas revistas y diarios recordaron que había firmado mas de 1.000 portadas.
El último en
recordatorios es
Larry Sultan,
el artista. No es de extrañar. Su libro mas celebrado es
Evidence, del que es
co-autor con
Mike Mandel, una colección de fotos anónimas extraídas de los archivos de empresas e
instituciones. Sigue
Pictures from home (Imágenes del hogar), un retrato de su familia, y finalmente,
The Valley, una exploración de los decorados de las
pelis pornos que se ruedan en la
meca del género, el valle de San Fernando, a unos kilómetros de
Hollywood.
Evidence se publicó en 1977, y es un libro seminal, en el sentido mas estricto de la palabra. No creo que haya una reflexión anterior mas elaborada sobre el valor
representativo de la fotografía, ese arte mecánico que se supone que retrata fielmente la realidad.
Sultan y
Mandell consiguieron de algún modo que grandes corporaciones como la
constructora Bechtel o
Boeing, e
instituciones diversas (policías,
científicas,
ayuntamientos) les permitieran bucear en sus archivos, de los que extrajeron una colección de imágenes sugestivas pero incomprensibles tal como se publicaron, sin contexto o explicación. 20 años después, cuando me lo tropecé, seguía haciendo el mismo efecto. En 2009
Photoespaña las exhibió en Madrid y aún era un trabajo impresionante. Mil veces imitado, nunca superado.
Imágenes de Evidence Pictures from home es una exploración de su familia mas cercana, un tema que últimamente me interesa mucho. Combina imágenes puestas en escena para las que utiliza a sus padres, las reacciones de estos ante ellas, con las típicas instantáneas familiares y fotogramas de
películas domésticas. El resultado, de lo particular a lo general, es una
irreflexión sobre la familia que sirve de paso un lúcido
análisis sobre la vida de adulto, el ultimo medio siglo americano, el fin de las ilusiones..
. The Valley quizá sea su trabajo mas
convencional, casi puro reportaje, con una luz y un color
sobresaturado,
hiperrealista, que ya asociamos
automáticamente con California y el cine americano, utilizando encuadres y composiciones de la máxima elegancia.
De los tres creo que es el mas importante para cualquier fotógrafo o aficionado al género, y
también el que
debería haber sido mas recordado. Un tipo lúcido, como se puede esperar de un profesor universitario, y como se puede comprobar en sus textos o entrevistas:
Parte de la dificultad a la que se enfrentan hoy los fotógrafos es que casi cualquier tema ha acumulado una "historia representacional", así que encontrar un espacio discursivo, un espacio desde el que acercarse a esos temas, es un desafío. Si sé mucho de algo, si la narrativa está demasiado fijada, solo podré hacer imágenes ilustrativas, y como creador eso no es interesante. Como espectador tampoco es interesante...
Me gusta como le recuerdan en
The Daily Beast.