Aun quedan unos días para poder ver la exposición de Maya Goded en la Casa de América de Madrid.
Todas volvemos a la calle, se llama, y coincide con la publicación de un libro, Plaza Soledad por la editorial Lunwerg.
La expo se organiza en tres salas, dos con una videoinstalación (un pequeño televisor blanco en cada una, sentado en un pequeño sillón de mimbre, que emite un bucle sin fin de imágenes seleccionadas de películas porno amateur mejicanas) y una selección de las fotos de su trabajo sobre las sexo-servidoras que viven en los alrededores de la plaza de la Merced, en el DF, que
ya se ha exhibido en España.
Las fotos no son una novedad. Se han expuesto antes. Pero siguen siendo hermosas (no se si es la palabra) y reveladoras. Leí los propósitos de la fotógrafa hace mucho, cuando las vi por primera vez. Aun me resuena su disposición (
quería saber de mujeres leí que dijo), que probablemente explica la cualidad particular de su trabajo. He visto otras muchas fotos de putas, de especímenes mas o menos marginales de la sociedad. Me viene a la memoria Brassai, tantas otras. Siempre tienen un punto de desfile de freaks, imágenes tranquilizadoras para los bienpensantes:
Realmente esos son diferentes. Nosotros no somos como ellos. Las de Maya Goded, en cambio retratan personas comunes, tansmite una empatía hacia sus modelos que no puede dejar de afectarte. Ellos están ahí, son como son. No hay escándalo, ni compasión, ni mirar por encima del hombro. No hay morbo, ni moralina.
La foto que encabeza esto retrata a una de ellas con su cliente. Una escena intensa y extraña, difícil de situar sin una explicación. Evidentemente es poco representativa, la mayor parte se ajustan mas a lo que se espera de la actividad profesional de estas mujeres, pero es un buen ejemplo de lo que planteo ¿Quien hubiera tomado una imagen así en un trabajo sobre la prostitución? Solo Maya Goded.
Maya Goded
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