Hay pocos fotógrafos que tengan un mundo propio: una combinación de técnica, motivo y estilo que define una manera de ver casi exclusiva. Ahora que vienen días de playa, pienso en Wayne Levin, que construye en blanco y negro unas imágenes fantasmales que retratan mejor que cien especiales de National Geographic la experiencia de sumergirse y disfrutar del agua, y el mundo con que te encuentras.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMDz-4K4Z3qXK5eKookzBXrtDgYzz4bdFTTDXMHnQdyDO_xTiKInfoVXMyyR1Tkpx6kge9O4d2xq_SYp_rI7beOFL98LfR806cfn5lqG6noSihij3PvEuAzdIBpkAxH9TjgJBZDQMB-8s/s400/levin.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_SXmJZ4tccamUVONcvTllZRtSBYX_YRoDNAXaedl_HIC0TLp_9lmqObmH_OYUljN31HnXzu2zxlvRvRkex8HT-sToOW-y3NTYy05bU0t2RHYUpO3E6HHs4mDy9ZvneuooXtnyrHvc-W0/s400/levinin.jpg)
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