Antes de la era moderna, o sea de internet y de los ordenadores, publicar una revista era caro y complicado. Incluso la revista del cole. Recordemos épocas remotas -hace 20 o 25 años- en las que se hacían con máquinas impresionantes que necesitaban motores potentes, tiraban mas tinta de la que colocaban en la página y sumaban un montón de procesos esotéricos hasta llegar al producto final. Ahora es un poco menos complicado, los ordenadores han dejado obsoletos la mayor parte de los oficios y los trabajos relacionados con la preparación y la composición de todo tipo de prensa, pero aun es caro y arriesgado: Tienes que pagar por el contenido -bien o mal, poco o mucho, al final suma un pico- y convencer a una imprenta de que tire unos miles de ejemplares -lo normal es pagar pero muchas revistas duran lo que el crédito que les da el impresor- y después distribuirla a quioscos y puntos de venta. Al cabo de unas semanas, tienes que volver a tirar miles de ejemplares, esta vez a la basura. Y pagar al distribuidor por el trabajo de devolvértela.

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