Unos obreros indios se juegan la salud y la vida fundiendo en un taller de Delhi las tapas de alcantarilla que usa el ayuntamiento de Nueva York, la distribuidora de electricidad (Con Edison), etc. Las condiciones de trabajo, lamentables. Como el salario que reciben. Mientras tanto, los dueños de la fábrica, con el dinero que sacan explotándoles, compran las acerias europeas, y luego políticos, periódicos y televisiones con las que convencer a los obreros de que tienen que renunciar a sus derechos y equiparar sus sueldos. Y parece que no les está saliendo nada mal...
La foto es de Adam Huggins, que contó la historia en el New York Times hace unos años.
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