Copiando ideas a uno de mis blogs favoritos, el de
Mike Johnston, me atrevo a comentar dos figuras que me parecen muy interesantes. Aunque no tengan nada que ver una con la otra, los dos personajes me parecen
increíblemente competentes en lo suyo, comprometidos con su trabajo hasta un nivel que es alcanzable para pocos humanos y los dos parecen disfrutar enormemente con ello.
El primero es un
clásico,
Yosihisa Maitani. Aunque nunca
hayáis oído hablar de él, si os gusta la
fotografía, es muy probable que
hayáis disfrutado mucho de alguna de sus creaciones.
Yo lo
descubrí (o mejor lo
re-
descubrí) hace un par de años. Llevaba tiempo desganado con las fotos y resultó que el mismo
día que
leí una contribución a un
forum en el que alguien
sugería, ahora que los
scanners eran baratos, volver a usar
camaras de medio formato (de 35, no de 6x6!), vi una
Olympus Pen EE en venta en una tienda por unos escasos 30 euros.
La compré y la disfruté: Como objeto es bastante impresionante, pero
además, hacer fotos sin parar como un turista, apretando el
botón sin pensar en mas, ¡hasta 72 veces por carrete!, fue un placer. Ademas hace fotos verticales sin torcer la cámara...
Sorprende que en los 50 un objeto destinado al consumo masivo fuese tan refinado y estuviese tan bien hecho. La inteligencia del diseño, la calidad de los materiales, la precisión de la fabricacion, el remate de las superficies
metálicas, la
impresión de solidez, la facilidad de uso...
Índices todo ello de que
detrás había un cerebro privilegiado. Me puse a buscarlo, y me
encontré con el nombre de
Maitani.
También con un relato de sus ambiciones al diseñar esa
maquinita para legos:
Quería que tuviera el
feeling de una
Leica M·3, la
cámara que usaba, nada menos
. Raro, las
camáras equivalentes de los 80 y 90 apenas eran unos cachos de
plástico fundido con un culo de vaso. La
óptica de la
Pen es sorprendentemente buena.
Poco
después leí una provocativa portada de
Popular Photography que hablaba de una
cámara que
resolvía 90 l/
mm y costaba 70 dólares. Una ganga. Resultó ser una
Olympus Mju, diseño de... Yoshihisa
Maitani. Compré una y fue otra
revelación. Tiene un fabuloso objetivo de 35 mm., las fotos que he hecho con ella resultaron
de una calidad y un color que no tienen nada que envidiar a las tomadas con alguna de las
reflex que he probado. Por tener, ¡tiene hasta
medición puntual de la luz! El
único pero es su
autofoco, algo lento, que hace que haya un retardo perceptible desde que se oprime el disparador hasta que se abre el obturador.
La
Mju, que,
además de todo eso, viene preparada para resistir la lluvia, es la heredera de otra de sus obras maestras, la
Olympus XA. Está en mi lista de la compra...
Digo que lo
re-
descubrí porque
recordé un anuncio de la
Olympus OM que me sorprendió mucho: Lo protagonizaba un individuo. En la cultura corporativa japonesa es inconcebible que alguien se apunte individualmente un
éxito. La empresa es todo y todo es de la empresa. Parece que fue la agencia de publicidad americana la que les
convenció.
Allí las cosas son distintas. Los
héroes ayudan a vender y las grandes empresas tienen cara y ojos. Asi que Maitani tuvo que ocupar su lugar bajo los focos.
La
filosofía de la
Mju sigue viva en las
cámaras digitales, y sus ideas han sido copiadas mil veces en las
camaras de otros. Pero
Maitani sigue siendo el tipo que inventó la primera
cámara de 35 mm de medio formato, la primera
reflex de medio formato (la
Pen F), la compacta con
telémetro mas pequeña (la
XA), el sistema
reflex mas ligero y compacto, la
Olympus OM. No está mal...