Me entristeció leer que Sergio Larraín había muerto. No es que fuera primera página de los periódicos, pero algunos editores se acordaban aún de una figura tan singular. Intenté dedicarle un recuerdo en este blog, pero su figura se me hacía inabarcable. Afortunadamente, Navia lo ha hecho en FronteraD de forma inmejorable.
Fue una inspiración y un modelo, un hombre que tuvo la inteligencia de encontrar su vida y dedicarse a ella. En estas ocasiones se suele escribir eso de descanse en paz. En este, hablamos de una persona que probablemente alcanzó la paz mucho antes de morir.
En el texto, Navia cita este video, la lectura de la carta que Larraín escribió a sus sobrino cuando le preguntó como se hace uno fotógrafo, que pienso enviar a cualquiera que me lo pregunte.
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