Los criterios de los jurados de los concursos son como los designios de Dios, inescrutables. Los premios suelen dar lugar a discusiones estériles y absurdas, sobre si alguien lo merece o no. El World Press Photo no es una excepción, aunque esté casi siempre fuera de toda sospecha. Este año la foto ganadora ha sido como un aldabonazo, una llamada de atención sobre las posibilidades expresivas de la fotografía, mas allá del testimonio directo, gráfico y generalmente sangriento que suele ser reconocido. Premiar una foto que no se entiende sin el pie es una osadía.
Siempre me gusta cotillear entre los finalistas y las categorías menores, que es dónde se suele aprender algo. Y este año, además de encontrarme con viejos conocidos como JR, que ha descubierto que las mujeres son héroes, gente a la que admiro como Walter Astrada o Malik Sidibé, clásicos indiscutibles como Eugene Richards, he tropezado con gente mas que interesante que no conocía como Gihan Tubbeh, una joven fotógrafa peruana cuyo trabajo con un niño autista ha merecido el primer premio en la categoría de historias cotidianas.
Me ha impresionado particularmente esta foto, de Rita Castelnuovo.
Como en la ganadora, el pie es importante: es un chaval integrista judío arrojándole vino a una mujer árabe en Hebrón, una ciudad que muestra una de las caras mas repugnantes de un estado que abunda en ellas, Israel. Alli viven 140.000 palestinos asediados por un ejército que está para sostener a 500 colonos ultra ortodoxos llegados en su mayoría de Estados Unidos. Sintiéndose protegidos, abusan estomáticamente de los árabes, a los que desprecian y humillan y se dedican a la limpieza étnica con bastante éxito. Es un abuso tan dramático y evidente que hasta un conservador tan pro israelí como Vargas Llosa se sintió obligado a denunciarlo en un texto impresionante.
La foto esta en la categoría de la ganadora, destaca por su contenido simbólico: el vino describe un arco rojo sangre que recuerda a la hoja de un alfanje. La diferencia de edad, la agresividad del joven, la actitud de la mujer... Hay muchas otras mas impresionantes entre las ganadoras, que muestran los resultados directos de los conflictos y la violencia. Esta parece que apunta a la esencia del conflicto.
Me ha impresionado particularmente esta foto, de Rita Castelnuovo.
Como en la ganadora, el pie es importante: es un chaval integrista judío arrojándole vino a una mujer árabe en Hebrón, una ciudad que muestra una de las caras mas repugnantes de un estado que abunda en ellas, Israel. Alli viven 140.000 palestinos asediados por un ejército que está para sostener a 500 colonos ultra ortodoxos llegados en su mayoría de Estados Unidos. Sintiéndose protegidos, abusan estomáticamente de los árabes, a los que desprecian y humillan y se dedican a la limpieza étnica con bastante éxito. Es un abuso tan dramático y evidente que hasta un conservador tan pro israelí como Vargas Llosa se sintió obligado a denunciarlo en un texto impresionante.
La foto esta en la categoría de la ganadora, destaca por su contenido simbólico: el vino describe un arco rojo sangre que recuerda a la hoja de un alfanje. La diferencia de edad, la agresividad del joven, la actitud de la mujer... Hay muchas otras mas impresionantes entre las ganadoras, que muestran los resultados directos de los conflictos y la violencia. Esta parece que apunta a la esencia del conflicto.
1 comentario:
Muy buena la foto del joven judío. También me ha parecido especialmente buena la de Eugene Richards.
Publicar un comentario